Puno no tiene nada que festejar

Ayer, se realizó la ceremonia central en homenaje a la ciudad de Puno, luego de una recapitulación de la historia donde todos andan mencionando que Puno es una hermosa y generosa tierra de poetas, músicos y artistas, entre muchos honorable títulos. Es cierto, que Puno tiene un pasado lleno de gloria sobre todo en el arte

Y la gran pregunta de hoy en día es ¿si el pasado fue grande… hoy que tenemos?. La verdad creemos que nada. Mientras, Puno se va desgastando, nuestros grandes líderes solo atinan a vivir e evocar la grandeza que fue esta partecita del Perú.

Evocar el pasado es sentirse orgulloso, tener las energías para avanzar y sobre todo poner los pies encima de esta tierra y empujar el coche de esta pujante tierra collavina.

Pero, de nada vale sino hay objetivos y metas que alcanzar, ¿una de las metas sería lograr que el Lago Titicaca sea la “Maravilla Natural del Mundo”?, pero como alcanzar ese título, si los puneños no sentimos nada por tener semejante grandiosidad.

Creo que de aquellos grandes hombres que lograron que esta tierra sea grandiosa, hoy no queda nada, tan solo el recuerdo del que vivimos.

Quizás sea la desgracia para esta etapa que le toca vivir a nuestra región, que poco a poco estamos inmiscuido en provocaciones entre provincias y localidades en ves de aunar esfuerzos para poder lograr la generosidad que nos legaron aquellos grandes puneños y puneñistas como el lampeño Enrique Torres Belón, el samaneño Manuel Núñez Butrón y muchos otros más.

Hoy la capital de la región no tuvo nada bueno para celebrar, obras de envergadura fueron nulo, un programa de festejos que no reflejaron el avance de este sitial, quizá sea un problema de liderazgo; fue tan fácil ser dirigente y criticar a la autoridad, y hoy cuando las cosas se voltearon no sabe que hacer con la administración local.

Reflexionemos qué queremos en el futuro, mientras cada día se presentan los problemas internos entre provincias o en peor de los casos los problemas limítrofes con regiones vecinas, donde nadie pone un pie firme para indicar que esto es de Puno y se respeta.

Nuestro pasado histórico es grande, pero del pasado no se vive.